sábado, 20 de febrero de 2021

Maldad

 



Son innumerables las ocasiones en las que me paro a hacerme la misma pregunta: "¿Soy una mala persona?"

Y son otras tantas las veces que le he preguntado a mi entorno si creen que lo soy.

A veces pienso que sí, que soy una mala persona. Al menos en algunas cosas.

Pero luego veo el mundo, veo a la gente... Y no me veo igual que ellos.

Yo jamás trato de hacer daño a nadie, al contrario, siempre intento ayudar a los demás, intento arrojarles algo de luz.

Mi mano siempre está tendida para aquel que la necesita, y mi hombro preparado para su llanto.

Entonces, ¿por qué me pregunto tanto eso?

Como he dicho, veo a la gente, y veo maldad en muchos de ellos.

Personas que necesitan humillar a otros para sentirse mejores consigo mismos, o, en casos extremos, por puro placer.

Yo no puedo entenderlo.

Cuando así lo han necesitado, he apoyado incluso a mis propios enemigos.

He ayudado a gente que sabía que se olvidaría de mí en cuanto su problema desapareciese.

¿Qué placer ve una persona en dañar a otro ser vivo?

Soy consciente de que no todo el mundo posee la misma maldad, pero también sé perfectamente, y lo he sufrido en mis propias carnes, que hay gente que encuentra regocijo en el dolor ajeno.

Y no puedo entenderlo.

sábado, 13 de febrero de 2021

Tic-Tac



«El "tic-tac" del reloj resuena en la silenciosa noche, no hay grillos, no hay búhos, ni siquiera viento.
Lo único que mis oídos pueden apreciar es ese sonido;
tic-tac, tic-tac.
A veces me parece reconocer un ritmo en ello,
como si se tratase del latido de un corazón.
A veces, el sonido se hace más lento y pesado,
como si el corazón se cansase de latir.
Tic... Tac... Tic... Tac...
Cierro mis ojos para intentar dormir,
mas el dichoso sonido me lo impide.
He buscado por toda la estancia,
pero no he encontrado el maldito reloj.
Tic-tac, tic-tac...»

martes, 2 de febrero de 2021

Vivan

 «¡Vivan! ¡Vivan ustedes! Con sus inseguridades y sus defectos.

Sigan viviendo con sus carencias y sus vidas vacías, con la imperante necesidad de sentirse superiores a la gente que les rodea.
Ustedes viven protegiéndose con el dinero, en un mundo de apariencias y mentiras.

Mientras tanto, yo también viviré.
Viviré disfrutando del canto de los pájaros, de la brisa, de los rayos del Sol.

Ustedes tendrán su dinero, sus coches y ropas caras… Pero también tienen un vacío interno que el dinero jamás podrá llenar.
Pero yo tengo los bosques, los animales… Tengo el don de disfrutar de todas esas cosas que ustedes consideran absurdas y simples.
Tengo todo lo que la vida alberga, y soy capaz de disfrutar de ello.

No necesito nada, nada más. »




¡Poemario!

  Tras un largo periodo de tiempo trabajando en ello, mi pareja y yo al fin hemos conseguido sacar a la luz nuestro pequeño gran proyecto. S...