En la vida de todo el mundo anochece en algún momento.
Llega una época en la que lo ves todo negro, de la que crees
que jamás lograrás salir.
Sientes que la Oscuridad te atrapa en sus redes, y te hunde en el abismo.
Conozco muy bien ese sentimiento, esa sensación de
incapacidad total. Sus redes son demasiado poderosas, y parece que nunca vas a
poder deshacerte de ellas.
Desgraciadamente, hay mucha gente que pasa largos periodos
de tiempo ahí encerrados.
Yo nos he llamado siempre los “habitantes del abismo”.
Personas que, por un motivo u otro, tienen un gran vacío en
su interior, y a las que la Oscuridad parece haberlos consumido por completo.
Pero, ¿sabéis qué? La Luz está ahí.
Dentro de vosotros. No hay oscuridad sin luz.
Y sé que terminaréis alcanzándola.
Por mucho que ahora os duela, y que penséis que no hay
futuro, recordad que estáis pasando por un anochecer.
Y, el anochecer es necesario, pues solo así puede llegar un nuevo amanecer.
Porque tened eso claro, mis queridos habitantes, el amanecer
siempre llega.
La tormenta no dura eternamente, y el Sol volverá a brillar en lo alto del
cielo.
La Luz está ahí fuera, y conseguiremos alcanzarla.
Por muy duro y tortuoso que sea el camino, tened claro que
llegaremos.
Sobreviviremos al anochecer, y volveremos a ver un nuevo amanecer.