lunes, 24 de octubre de 2022

Proyectos

 


Ahora que ya llevo un tiempo escribiendo en el blog, creo que es hora de que os hable de mis otros proyectos. Pero antes, os contaré algo sobre mí.

Veréis, desde hace mucho, mucho tiempo, tenía un sueño. Algo que siempre había deseado, y que sabía que algún día cumpliría.

Se trataba de tener mi propio libro entre mis manos.

Estuve escribiendo durante un largo periodo, apuntando cientos de ideas, tomando notas, reflexionando… Hasta que finalmente me sentí preparado para ponerme a escribirlo.

A decir verdad, tardé bastante tiempo en dar aquel paso, pero ahora hace ya unos años que lo conseguí: lo publiqué.

Cuando por fin lo tuve delante, me invadió una sensación totalmente desconocida para mí. Quería más. Necesitaba más.

Así pues, y con una gran cantidad de ideas, me puse a escribir el segundo. Y a los meses, allí estaba: mi segundo libro publicado.

Luego llegó el tercero, y ahora mismo estoy a punto de terminar la cuarta parte de este proyecto, porque así es, no se trata solo de libros sueltos, sino que estoy escribiendo una saga.

Los he autopublicado en Amazon, y puedes encontrarlos pinchando aquí: Los días que quedan

Obviamente, tengo otras ideas y otros proyectos en mente (algunos más cerca de lo que os imagináis), pero ahora hablaré de mi creación.

El nombre de la serie es “Los días que quedan”. La verdad es que me cuesta mucho dar detalles sobre la misma sin destripar parte de la historia, por eso, creo que es mejor que leáis la sinopsis de la saga:

«El mundo solía ser un lugar muy distinto antes de que un virus asolase la humanidad entera, convirtiendo a aquellos que se infectaban en seres hambrientos de carne humana, y a parte de los supervivientes en gente despiadada que solamente mira por su propia supervivencia.

"Los días que quedan" comienza en algún momento en mitad de este apocalipsis zombie, y es contado a través del diario de uno de los supervivientes de un pequeño grupo de amigos. En este diario, narra las aventuras y desventuras que viven juntos mientras tratan de sobrevivir de la mejor manera en un mundo totalmente arruinado, en el que encontrarán a personas buenas y malas, cada uno con sus propias historias detrás.

¿Lograrán sobrevivir en los días que quedan de sus vidas?

"Los días que quedan" no se trata de la típica historia de zombies cliché. He tratado de darle un nuevo enfoque, y ponerlo todo desde un punto de vista más "humano", con momentos felices, tristes, graciosos, frustrantes... Llevo muchos años trabajando en esta serie, tomando muchas notas, escribiendo y reescribiendo todo, etcétera.»

Los días que quedan

Así pues, tal y como dice ahí, he tratado de crear una historia que se centra más en las relaciones de los personajes, a la vez que tratan de sobrevivir en un mundo hostil.

Además, también he escrito, grabado, montado y subido un tráiler para cada libro. Aclaro que los tráilers se pueden ver con tranquilidad, pues no contiene spoilers evidentes de los libros.

 

La saga comienza con DíasPasados: Caos



La sinopsis es la siguiente:

«“¿Alguna vez has pensado qué estarías dispuesto a hacer para sobrevivir?

Siempre pensé que era una persona con principios, que habría límites que jamás sobrepasaría… Pero entonces, todo cambió.

Ahora que esta extraña infección ha devastado el futuro de la humanidad, y no queda ningún lugar seguro al que ir, ni provisiones suficientes, no tenemos más opción que adentrarnos en este nuevo y decrépito mundo. Ya no nos queda nada, debemos sobrevivir sin olvidar que nunca volverán los días pasados.”

Días Pasados: Caos, se trata del diario de un superviviente en mitad de un apocalipsis zombie

En él, cuenta sus vivencias junto a sus mejores amigos, los sucesos que les ocurren, y como sobreviven en un mundo que vio días mejores.»

 

Considero importante decir que el primer y segundo libro tienen una continuidad cerrada, y que lo ideal, bajo mi punto de vista, es leerlos seguidos.

 

La segunda parte de la saga se trata de Días Pasados: Tormenta



Esta es la sinopsis:

«“El tiempo sigue pasando, y el virus continúa arrasando todo a su paso.

Llevamos mucho tiempo deambulado de un lugar a otro, con el único objetivo de sobrevivir de la mejor manera posible. Día tras día, sin descanso. Y todo parece en vano.

Todo lugar seguro con el que nos topamos parece desvanecerse en nuestras manos.

¿Seremos capaces de encontrar por fin la calma? ¿Queda esperanza para nosotros?

Parece que la suerte comienza a cambiar, ¿habremos encontrado al fin un nuevo hogar?

Quizás no quede ningún lugar seguro, y estemos condenados a vagar por este yermo hasta el final de nuestros días. O, quizás, estemos ante las puertas de un nuevo amanecer.

¿Habrá pasado ya la tormenta?”

"Días Pasados: Tormenta" se trata de la continuación de "Días Pasados: Caos", y segunda entrega de la saga "Los Días Que Quedan".

La historia comienza tras el mismo final de la entrega anterior.»


Y la tercera parte se trata de Días en Edén


 

Y la sinopsis es la siguiente:

«Días en Edén se trata de la tercera parte de la saga "los días que quedan", y continuación de la novela "Días Pasados: Tormenta.

Tras los acontecimientos ocurridos en Días Pasados: Tormenta, los supervivientes restantes tratarán de rehacer sus vidas en Edén.

¿Será la isla paradisíaca que todos imaginan? ¿Llegará finalmente la calma a sus vidas?

Los días pasan, y solo el tiempo dictará el futuro del grupo.

Así dan comienzo los Días en Edén.»

 

Cuando termine la cuarta parte lo anunciaré por aquí :)


También tengo otro proyecto en marcha, y se trata de una cuenta de Instagram en la que subo poemas, y en la que, a partir de ahora, también pondré contenido de mis libros, del blog… Así tendré un lugar en el que tener todo organizado y más fácil de encontrar.

La cuenta en cuestión es la siguiente:

Brian Gil (@brian.gil.92)

Y aquí termina esta entrada, por ahora. Pero estoy seguro de que muy pronto tendréis más noticias acerca de mis proyectos, pues no solo estoy trabajando en la saga.

Espero que os vaya bien, nos leemos pronto :)

jueves, 6 de octubre de 2022

Mario y el demonio

 


Hoy he decidido hacer algo “nuevo”, y escribir un relato para publicarlo aquí. Lo voy a escribir sin parar, sin pararme a pensar, ni a retocar nada. Lo que salga, salió. Espero que os guste.
Así que, sin nada más que añadir, comencemos.

 

«Mario era un niño aparentemente normal. Tenía sus amigos, a su familia, iba al colegio… Llevaba la típica vida que cualquier niño normal y corriente llevaría.

Sin embargo, Mario tenía algo. Algún tipo de habilidad, o, mejor dicho, una maldición.
Podía ver a un pequeño demonio que le acompañaba a todas partes.

Allá a donde fuese, aquel endiablado ser le perseguía.

Al principio no le prestó mucha atención, pues no le molestaba mucho, tan solo le ponía caras. Le resultaba hasta gracioso.
Sin embargo, a medida que fue pasando el tiempo, y que Mario fue creciendo, el pequeño demonio dejó de ser tan pequeño.

Un día, cuando menos se lo esperaba, aquel demonio le despertó en mitad de la noche. Por primera vez, aquel demonio habló.

Mario se levantó totalmente sobresaltado, no entendía qué estaba pasando.

  —Eh, oye. ¿Qué ha sido ese ruido? —preguntó el demonio.

Mario, extrañado, se quedó en silencio.

  — ¿Y si se ha colado un ladrón? ¿Y si quiere asesinarte? —insistió el demonio.

Aquello molestó a Mario, e intentó ignorarle.

  — ¿Y si también va a por tus padres? Tenemos que hacer algo, ¿no?

Por más que Mario trataba de ignorarlo, él insistía e insistía.

  — ¿Y si…? ¿Y si…?

Mario comenzó a tener miedo, y a sentir algo que nunca antes había sentido. Una opresión en el pecho, palpitaciones, e incluso sentía que le costaba respirar. ¿Qué le estaba sucediendo? ¿Qué era aquello?

  — ¡A lo mejor te estás muriendo! —exclamó de pronto el demonio.

Aquello asustó aún más a Mario, que fue corriendo al cuarto de sus padres para pedir ayuda.

Les despertó y les explicó lo que estaba pasando. Pero sus padres no hicieron mucho caso, pensaron que eran cosas de niños, y que habría tenido alguna pesadilla. Encendieron la luz, le contaron un cuento, y listo.

Pero Mario seguía viendo a aquel demonio, observándoles desde la esquina del cuarto, y haciendo gestos sin parar.

No pasó mucho tiempo hasta que el demonio volvió a hablarle.

Esta vez estaba en el colegio, jugando en el patio con sus amigos, cuando de pronto, habló.

  —Fíjate en cómo te miran… ¡Creen que eres tonto!

 Mario lo ignoró.

  —Oye, tal vez seas tonto de verdad. Párate a observar cómo te expresas. ¿Ves? Pareces tonto. ¡Todos piensan que eres tonto! —empezó a reírse el demonio.

Mario se comenzó a encontrar mal, e incluso llegó a pensar que de verdad parecía tonto. Su humor cambió de golpe, y sus amigos lo notaron.
Le preguntaron varias veces que si estaba bien, pero él no quería hablar del tema.

Pese a ello, finalmente cedió a la presión, y les contó a sus amigos sobre el demonio.

Se quedaron en silencio, y de pronto estallaron en carcajadas.

Mario se sintió tremendamente mal, incomprendido, y estúpido. Fue en aquel momento en el que decidió que jamás volvería hablar del tema.

Pero aquella noche, el demonio volvió a hablarle…

  —Eh, quizás estés loco de verdad. Tal vez tus amigos tienen razón, ¿no crees? ¡Estás loco, estás loco!

Mario comenzó a llorar hasta que se quedó dormido.

Pasaban los años, y el demonio seguía allí, hablando cada vez más.

Llegó un momento en la vida de Mario en el que él mismo empezó a dudar de su propia cordura. Y a dudar de todo.

Pero él siguió adelante, pese a todo. Aunque el demonio era muy fuerte, y nunca se callaba.

En aquel entonces tenía novia, y todo iba genial entre ellos.
Hasta que el demonio hizo de las suyas.
Un día, Mario estaba en su casa, leyendo, cuando escuchó aquella maldita voz.

  — ¿Y si tu novia ha dejado de quererte? ¿Te imaginas? De pronto se ha dado cuenta de que está mejor sin ti, de que eres una carga, y que no quiere tener nada que ver contigo.

  —Eso es absurdo, ella me quiere. Todo está bien entre nosotros —contestó Mario.

  —Ya, claro… ¿Cómo lo sabes? ¡Tal vez te miente! ¿Y si está con otro ahora mismo?

Mario decidió ignorarle por completo, pero aquella sensación que sintió cuando el demonio habló por primera vez, y que había sentido desde entonces cada vez que él hablaba, volvió.

El tiempo seguía pasando, y el demonio nunca dejó de hablarle. Cualquier momento era bueno, en cualquier lugar o situación.
Además, haciendo alarde de maldad, siempre esperaba a que Mario se confiase para aparecer de nuevo e inestabilizarle.

Mario llegó a tener hijos con aquella mujer que fue su novia, y ahora su mujer.

Un día, mientras esperaba a que sus hijos saliesen de clase, el demonio habló.

  — ¿Y si les han secuestrado? ¡Imagina! Un pederasta ha raptado a tus hijos justo cuando parpadeaste. ¿Qué harás ahora?

Pero Mario no hizo caso, al principio.

  — ¿Vas a quedarte tan tranquilo mientras tus hijos han desaparecido?

Y comenzó a sentirse mal, de nuevo.

Así transcurrió la vida de Mario, marcada siempre por la voz de aquel maldito demonio que le acompañaba a todas partes desde que era pequeño.

Hasta que llegó el día en el que Mario se encontraba en su lecho de muerte.
Y, el demonio, también anciano, se sentó a su lado.

  —Eh, Mario… ¿Qué pasará cuando mueras? ¿Desaparecerás para siempre? ¿No habrá nada? ¿No tienes miedo?

Mario ignoro a aquel maldito demonio.

  —Escúchame, ¿no tienes miedo?

Miró a su alrededor, vio a su mujer, a sus hijos y sus nietos, sus amigos... Todos allí reunidos para despedirse de él.
Luego miró al demonio con una sonrisa.

  — ¿De qué te ríes? —preguntó el demonio extrañado.

  —De ti, maldito demonio estúpido.

  — ¿Por qué? Me debería reír yo de ti. Me he pasado toda tu vida causándote malestar.

Mario empezó a reírse.

  —Quizás hayas pasado toda la vida ahí, tratando de hundirme. Pero mira a nuestro alrededor. ¿Qué ves?

  —Un montón de personas. ¿Y qué?

Mario negó con la cabeza.

  —No es solo un montón de personas. Fíjate bien. Es gente que me quiere de verdad. Gente que, pese a todo, ha estado a mi lado hasta el final. ¿No lo ves? Aunque tú hayas estado toda la vida tratando de hacerme caer, mira todo lo que he conseguido. He seguido viviendo, he luchado, he cumplido muchos de mis sueños… ¿Y tú? ¿Qué has conseguido tú?

El demonio puso hizo una mueca de disgusto.

  — ¿Lo ves ahora? Yo he conseguido todo esto. Y tú… Tú no has conseguido nada. Voy a morir, pero lo haré feliz y satisfecho por haber vivido una vida plena pese a todo. Y tú… Tú vas a desaparecer sabiendo que nunca conseguiste el único objetivo que te marcaste en la vida.

Mario miró a sus seres queridos, les dedicó una sonrisa, y cerró los ojos para siempre.»

¡Poemario!

  Tras un largo periodo de tiempo trabajando en ello, mi pareja y yo al fin hemos conseguido sacar a la luz nuestro pequeño gran proyecto. S...