Últimamente
siento que tengo tantas cosas que decir, que se pisan unas a otras, y soy
incapaz de centrarme en una sola.
No sé si
es falta de inspiración o, si por el contrario, es un exceso de esta.
Lo que
sí es cierto es que tengo mi cabeza llena de pensamientos, y mi corazón lleno
de sentimientos.
Me
siento más vivo que nunca.
Siento que por fin estoy siendo yo mismo, y dejándome fluir con la vida.
Por eso
mismo quiero escribir esta entrada, porque llevo tiempo ya sin publicar nada, y
creo que ya es hora.
Pero,
realmente, no sé muy bien qué decir.
O tal
vez sí lo sepa, pero no soy capaz de ordenar mis pensamientos.
Así que,
aquí estoy, dejando que mis dedos fluyan por el teclado, sin pararme a pensar
sobre lo que estoy escribiendo.
Este
último mes ha estado lleno de situaciones, de sentimientos, de… Todo.
La
verdad es que han sucedido muchísimas cosas en el mes de agosto.
Por
fortuna, siento que todas han sido positivas.
Ha sido
un mes intenso, lleno de emociones. Ha sido un mes maravilloso.
Es lo
que he dicho antes, por primera vez en mucho tiempo, estoy siendo yo mismo de
verdad. Sin máscara, sin coraza, sin barreras. Solo yo, fluyendo, dejándome
ser.
Y se
sienta tan bien…
Ahora
mismo siento que la vida me está sonriendo, y, aunque todavía queden algunas
cosas por mejorar, sé que es cuestión de tiempo que eso suceda.
Tengo la
certeza de que, muy pronto, todo va a cambiar a mejor.
Tan solo
me queda seguir caminando.
Creo que
voy a dejar por aquí esta entrada, no quiero sentir que me estoy forzando a
escribir.
Volveré,
seguramente pronto, pues todavía tengo muchas cosas que decir, mucho que
contar.
Volveremos
a vernos :)