Ha pasado
un tiempo desde la última entrada, lo sé.
Este mes
he estado trabajando mucho, quizás demasiado.
Cuando por fin tenía un día de descanso, estaba tan agotado que no tenía ánimos
ni inspiración para escribir nada.
Ha sido
un mes curioso, lleno de altibajos.
Ahora
mismo no tengo ganas de publicar la segunda parte de “revelación”, más bien me
apetece hacer esta entrada, totalmente improvisada, en la que tan solo pienso
en “charlar”.
La vida
es curiosa, ¿verdad?
Me he
pasado un mes trabajando casi sin descanso, deseando tener un par de días libres
para no hacer nada.
Sin embargo, en cuanto tenía un día libre, me agobiaba y amargaba por el hecho
de no tener “nada” que hacer.
Lo pongo
entre comillas porque siempre hay algo que hacer, pero no siempre tenemos los
ánimos para hacerlo.
En lo
personal, tengo bastantes pasatiempos que me gustan, y bastantes cosas en el
tintero.
Pero
digamos que estoy en una mala racha en la que, más allá del trabajo, no tengo
energía para casi nada.
Tengo la
escritura totalmente parada, salvo algún poema puntual. ¿Mi 4º libro? Sigue a
medias, soy incapaz de ponerme con ello.
¿La
guitarra? Sigue colgada en mi pared, no tengo ánimos para ponerme a practicar.
¿Y todo
lo demás? Igual, parado.
Es una
pena, pero siento que necesito un tiempo “para mí”, un tiempo de no hacer nada.
No
obstante, seguiré publicando en el blog. Voy a intentar retomar las 3 entradas
mensuales, porque realmente me gusta hacerlo, y me mantiene “cuerdo”.
Sin más,
espero que vosotros hayáis tenido un buen mes, y que la primavera lluviosa en
la que estamos (al menos en España) presente un buen Sol venidero.
¡Un saludo!