Un puñado de libros polvorientos.
Ha sido lo único que me ha hecho falta recoger para ser
consciente de lo que está sucediendo.
Un puñado de libros polvorientos que llevaban en mi
estantería más de un año, ahora metidos en una caja.
Con cada libro que ponía en su interior, una pequeña parte
de mí se rompía.
Ha sido tanto tiempo aquí, tantas cosas vividas, tantos
momentos...
¿Dónde va todo eso ahora?
Siento como si estuviese metiendo toda una etapa de mi vida
dentro de una caja, para cerrarla y tirarla al mar.
Sí, solo son un puñado de libros polvorientos, pero después
va el resto de recuerdos.
Nuestras fotos, nuestros regalos, la pinza que cogí de aquel
hotel, el dibujo que me hiciste, las piñas de nuestro primer viaje...
Todo va a terminar en una caja.
Todo se va, todo termina.
Toda una etapa que llega a su fin de forma abrupta.
Y aquí estoy, llorando como hace tiempo que no hacía.
Y todo por un puñado de libros polvorientos...