Antes de
comenzar esta entrada, me gustaría dedicarte unas palabras a ti, querido
lector. Gracias por estar ahí, por leer las cosas que pasan por mi cabeza, por
seguir aquí pese a que últimamente estoy muy ausente de todas partes. Gracias.
Hoy
tenía pensado improvisar algún relato corto, como la otra vez. Pero la verdad
es que llevo un tiempo que me siento algo estancado en lo que a lo creativo se
refiere.
No es un
estancamiento como tal, es solo que… No sé cómo decirlo. Digamos que me cuesta
escoger un tema sobre el que hablar o escribir.
He
estado pensando sobre por qué podría ser, y bueno, la verdad es que hay muchos
motivos que elegir.
Pero
seamos un poco generales: mi vida está cambiando muchísimo en los últimos
meses. Están sucediendo cambios que, si soy sincero, llegué a dudar que
llegasen.
Y todo
ha sido en unos pocos meses.
Por eso,
hoy me gustaría hablar un poco precisamente sobre eso: lo extraño que es todo a
veces.
Quiero
decir, hay momentos de la vida en la que pasan años, y sientes que todos son el
mismo día. Años que se convierten en copias unos de otros, en los que no sucede
absolutamente nada.
Yo mismo
he tenido alguno de esos, la verdad. He pasado estancado más tiempo del que
admitiría.
Pero
luego, hay otros momentos en la vida en los que los días parecen convertirse en
años. Pero no en el mal sentido.
¿Sabéis
a lo que me refiero? Esos días en los que, suceden tantas cosas seguidas,
tantos cambios, tantos momentos diversos… Que cuando te paras a pensar, dices “vaya,
pero si solo han pasado dos meses”.
Estoy en
uno de esos momentos.
En los
últimos meses, han acontecido tantas cosas buenas en mi vida, tanto por lo que
agradecer, tantos motivos por los que estar feliz…
Obviamente,
también han sucedido cosas malas, como en toda vida humana, es imposible que
todo sea bueno siempre.
No
obstante, he pasado bastante tiempo ya centrado en lo malo de la vida. Así que
adopté una actitud más positiva, enfocándome más en los pequeños y grandes detalles
bonitos y buenos que hay.
Y, para
sorpresa de nadie, cuando comencé a vivir de esa manera, todo empezó a cambiar
a mejor.
Dicen
que la actitud lo es todo, que atraemos lo que somos. Y qué razón tienen…
Los
últimos meses de mi vida, están siendo, sin duda, los mejores.
Sé que
todavía queda camino por recorrer, cosas que conseguir, objetivos que cumplir,
obstáculos que superar… Pero… ¡Es normal!
Y sé
que, si sigo caminando con estas zapatillas, todo irá bien.
Gracias,
vida, por todo lo que me estás dando últimamente.
Al final
me ha quedado una entrada un poco… ¿rara? Iba a hablar de un tema, pero me he
terminado yendo por las ramas.
Pero
bueno, al final, en esto consiste un poco, ¿no? En dejarse llevar, fluir… Y ver
lo que sale de mi mente cuando me pongo ante la hoja en blanco.
Así que,
sin nada más que decir, por ahora, os deseo una buena semana, unas buenas
fiestas, y una buena vida.
Nos
veremos pronto :)