miércoles, 15 de junio de 2022

Salto de fe

 


Hay momentos de la vida en la que nos paramos a contemplar lo que tenemos. No me refiero a bienes materiales, me refiero más bien a la situación en general en la que nos encontramos.

Te paras a observar, y entonces comienzas a plantearte cosas.

¿Estoy bien así? ¿Me gusta lo que tengo? ¿Me estaré conformando?

Esas y otras preguntas te dan vueltas en la cabeza una y otra vez.


Tal vez te encuentres en una situación en la que, bueno, no estás bien, pero tampoco estás mal.

Como si te encontrases en algún tipo de suspensión temporal cuyo final es incierto.

Y entonces te paras a pensar en si deberías hacer algo para cambiarlo. En si realmente está en tu mano el modificar tu situación.

El problema es que las cosas no siempre son fáciles, de hecho, suelen ser bastante complicadas.


Pero de pronto, sucede algo.

Ves la posibilidad de dar un salto hacia el cambio.

Un salto hacia el vacío, esperando que haya algo abajo que amortigüe tu caída.

Un salto de fe.


Y te pones a darle vueltas, viendo cómo, poco a poco, esa posibilidad se evapora en el aire.

Hasta que llega el momento crítico en el que, o te arriesgas a saltar, o perderás la oportunidad para siempre.

Y saltas. Te lanzas al vacío sin ningún tipo de cuerda de seguridad, ni paracaídas, ni nada que te asegure que no caerás contra el duro suelo.

Pero has saltado, y ya no te queda otra que esperar a caer del todo para ver qué sucede.

Caes mientras la incertidumbre te quema por dentro, mientras miedos e inseguridades te abruman.

Pero no dejas que te detengan, al fin y al cabo, ya has saltado, y no hay marcha atrás.


En esa situación me encuentro yo.

He dado un salto de fe enorme, en varios aspectos de la vida.

Y estoy cayendo, cada vez más rápido.

Solo espero que algo amortigüe mi caída, y que el salto de fe no haya resultado ser un salto al vacío.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Qué se te pasa por la cabeza, Habitante?

El Nómada III

  Amaneció un día más en aquel devastado mundo. Un día más en el que tendría que continuar caminando por el sendero sin rumbo ni colores, to...