sábado, 10 de abril de 2021

Ánimo



Hay veces que me despierto completamente animado, inspirado, y motivado para comerme el mundo.

Pero hay otras veces, no sé por qué motivo, que es todo lo contrario.

Es cómo si en esos días (más frecuentes de lo que debería) mi buen ánimo decidiese ponerse en huelga, y la Oscuridad, vieja amiga, aprovechase para saltar directo a mi mente.

Y eso así como el oscuro velo vuelve a recubrir mi cerebro, otra vez.

Me hace dudar de todo, incluso de mí mismo.
Me quita las ganas de hacer cualquier cosa.
Me arrebata toda esperanza de un futuro mejor.

¿Y qué puedo hacer para evitarlo?

Intento multitud de cosas: paseo, hago ejercicio, leo, juego a algo, charlo con mis conocidos, practico algún hobby...

Pero nada parece aplacar ese maldita oscuridad que me consume.

Vivo con ella, está dentro de mí, y sé perfectamente que siempre me acompañará, quizás incluso después del final de mis días.

Debo aprender a convivir con ella, a hallar el término medio entre luz y oscuridad.
Debo seguir caminando siempre, pese a todo.

Hace muchos años dije: "seguiré mi camino por mucho que duela", pero he dudado tantas veces de que exista un camino siquiera...

Camino, siempre camino. Pero... ¿Por dónde lo hago?

¿Hay un camino bajo mis pies? ¿Estoy construyendo yo mi propio camino?

Y de ser así... ¿A dónde me lleva dicho camino?

"Caminante no hay camino, se hace camino al andar..."

Pero mis pies duelen, mis rodillas crujen.

Y mi ánimo...

¿Dónde está?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Qué se te pasa por la cabeza, Habitante?

El Nómada III

  Amaneció un día más en aquel devastado mundo. Un día más en el que tendría que continuar caminando por el sendero sin rumbo ni colores, to...